Todo comienzo lugar se sostiene en ese principio proustiano en el que Tiempo y Espacio son el «Todo», a su vez pretendido en esa confluencia de pliegues prosódicos que es el Poema. «Comienzo» y «Lugar» recobrados para y por el Verso. Escritura donde las formas (clásicas, barrocas, neobarrocas) deambulan, siempre ocultándose, trasvasándose de una sección a la otra. Libro ambidiestro; libro centauro. Techo a dos aguas donde hay páginas como «lonjas apiladas» (SG) y versículos en «un idioma que ha de permanecer ininteligible» (JK).