La novela El refugio de los descreídos parte de los recuerdos, buenos y malos, convirtiendo la memoria vivida y el paso del tiempo en protagonistas de fondo. Para ello se experimenta con narradores distintos, partiendo de los versos de Rimbaud «Yo es Otro» o los de Juan de la Cruz. La obra intenta reflejar varios estilos a la vez, del humorístico al dramático, pasando por el sexual, aunque la cuestión final se centre en un dilema de marcado carácter ético: ¿hasta qué punto es aceptable un asesinato? ¿Puede una persona tomarse la justicia por su mano cuando la ley no puede hacer absolutamente nada?A través de la lectura de la obra, el lector irá conociendo las razones argumentadas por cada personaje y comprenderá los mecanismos de defensa que articulan su discurso.
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